PLAN DE ACOGIDA Y CONVIVENCIA INTERCULTURAL 2022-2025
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Acerca de este proceso
El Plan de acogida y convivencia intercultural 2022-2025 tiene el objetivo de establecer cuales deben ser los programas y actuaciones para los próximos cuatro años que nos permitan pasar de la acogida a la integración social de las personas migrantes y refugiadas en Sant Joan Despí.
Para hacerlo, disponeis del resumen ejecutivo del estudio que sirve de diagnósis prévia a la elaboración del plan que podeis consultar y leer para poder participar de manera informada.
Podreis participar a través de esta plataforma, asistiendo a los encuentros que se irán haciendo públicos o simplemente hacernos llegar vuestras propuestas.
Las migraciones internacionales en el Baix Llobregat y Sant Joan Despí son un fenómeno estructural de los últimos treinta años en un contexto de globalización, y que han vuelto a crecer en los últimos tres años después del largo período de recesión económica. La población migrante y refugiada en Sant Joan es de varios orígenes, muy heterogénea y de todos los estratos sociales. Se ha instalado en todos los barrios, aunque es más visible en el barrio de Les Planes. El análisis de las dinámicas de las migraciones internacionales en Sant Joan Despí muestran por un lado, población arraigada y de larga permanencia que lleva más de diez años, dentro de la cual también hay jóvenes crecidos y escolarizados en Sant Joan Despí, y, por otra parte, población recientemente llegada entre la que se encuentran personas refugiadas de Venezuela, Colombia y Centroamérica.
Las personas migrantes y refugiadas presentan necesidades específicas de acogida que van más allá de las condiciones materiales y que también implican el conocimiento del entorno y la necesidad de fortalecer las redes de soporte y el capital social. Las personas refugiadas también presentan necesidades específicas de acompañamiento y atención psicoemocional por la violencia vivida, pero al mismo tiempo encuentran en Sant Joan Despí un lugar de paz y tranquilidad donde vivir, lo que les genera un vínculo afectivo con el territorio y de voluntad de integración y arraigo.
A pesar de que en San Juan un 42% de las personas nacidas en el extranjero tiene nacionalidad española (o sea, son ciudadanos y ciudadanas de pleno derechos), esta situación no se refleja en el tejido social ni en la representación política de la diversidad y de la condición migratoria. Debe promoverse la visibilidad y la participación cívica y política de la población migrada y refugiada, y en este sentido los cursos de primera acogida son una buena oportunidad para generar participación, vínculos e interacción entre gente del pueblo. Las personas migradas, a partir de la reivindicación de sus necesidades, son también una oportunidad y un capital para fortalecer el tejido social del pueblo, el asociacionismo y la interacción con las instituciones.
Es necesario construir un nuevo modelo de inclusión que implique igualdad, interculturalidad, convivencia y cohesión social. Este modelo puede construirse a partir de políticas que apunten la pertenencia, desde la creación de marcos compartidos y narrativas comunes. Con el objetivo de implementar políticas eficaces y de construir un nuevo marco de referencia, la acogida debe verse como una política pública necesaria que va más allá del ámbito de la migración y el asilo, y se convierte en un ámbito que corresponde a toda la población en post de la convivencia, la cohesión social y la pertenencia. La pertenencia es también una herramienta para construir ciudadanía activa.
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